Tartamudeo evolutivo. Mi hijo de 3 años ha empezado a tartamudear. ¿Qué hago?

www.mimamapsicologainfantil.blogspot.com.esEs bastante frecuente que los niños entre los 2 y 3 años pasen por una fase en la que tartamudean al hablar. Se trata de una etapa, por lo general pasajera, que los niños acaban superando sin necesitar ayuda de un profesional. Es una fase propia del desarrollo del lenguaje y debemos entenderla como parte del proceso de aprendizaje del lenguaje. Los bloqueos en el habla o la repetición de sílabas o palabras que se producen en esta edad es lo que conocemos como tartamudez evolutiva.
Es habitual que los niños pequeños (entre los 2 y los 5 años) no tengan una fluidez total, hasta que aprenden a organizar las palabras y las frases. En ocasiones estas variaciones están relacionadas con la tensión que experimenta el niño en situaciones determinadas. Por ejemplo, puede hablar más entrecortado cuando está enfadado o si quiere algo que sabe que no le vas a dar.

El tartamudeo evolutivo es más frecuente en niños que en niñas y se agudiza cuando están más nerviosos o cansados. En ocasiones también va asociado a otros síntomas de tensión como tics faciales. El nerviosismo es una de las causas más frecuentes del tartamudeo así que lo mejor que podemos hacer es no darle importancia y no poner al niño más nervioso corrigiéndole.

Mi hijo Marc pasó por esta fase poco antes de cumplir los tres años y coincidiendo con la llegada de su hermano Pol. Fué una etapa que superó al cabo de unos meses, y aunque siendo yo psicóloga infantil y conociendo este tipo de trastornos evolutivos, también lo viví con algo de preocupación. Así que es normal que los padres nos preocupemos, sobretodo si no conocemos que esto forma parte de la normalidad evolutiva. En este artículo podrás encontrar algunas pautas de actuación si tu hijo está pasando por esta etapa, y lo mejor que podemos hacer es no corregirle.
Mi hijo de 3 años tartamudea, ¿qué hago?

En primer lugar no darle más importancia de la que tiene, es una fase pasajera que acabará superando sin necesidad de ayuda.
  • No sentirnos culpables, no es culpa nuestra.
  • Aceptar la forma que tiene de hablar.
  • No corregirle.
  • No ponernos nerviosos por la forma de hablar de nuestro hijo. Ellos lo perciben y se podrán más nerviosos, agravando el problema.
  • No mostrar desagrado cuando se atasque.
  • Dedicar un tiempo para hablar con nuestro niño,, conversar normalmente con él, explicarle cosas: cuentos, nuestro día a día, ... en definitiva, hablar.
  • Mirarle a los ojos cuando habla, incluso cuando está muy atascado.
  • Leer con él, la lectura nos ayuda a tener temas de conversación.
  • Hablar lento, sin prisas, somos su ejemplo a seguir. Si nosotros hablamos lento le ayudamos a mejorar su fluidez en el habla.
  • Utilizar un lenguaje sencillo.
  • No interrumpirle cuando habla ni acabar las frase por él.
  • No darle recomendaciones del tipo "No te pongas nervioso", "Respira", "Toma aire", ...
  • No permitas que ningún miembro de la familia se ría, porqué le haga gracia, de la forma de hablar de tu hijo. Explícales cómo tienen que actuar.
Siguiendo este tipo de recomendaciones y con un poco de paciencia esta fase se acaba superando sin mayores dificultades. Solo cuando persista en el tiempo y la disfluencia dificulte la comunicación con los demás será necesario acudir a un especialista en trastornos del habla.
Fuente consultada: http://www.ttm-espana.com

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