miércoles, 31 de diciembre de 2014

ORACIÓN DE COMIENZO DE AÑO 2015

Hb 2,9-17
Hermanos: Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos. 
Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos, cuando dice: «Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré.» Y en otro lugar: «En él pondré yo mi confianza.» Y también: «Aquí estoy yo con los hijos, los que Dios me ha dado.» 
Los hijos de una familia son todos de la misma carne y sangre, y de nuestra carne y sangre participó también él; así, muriendo, aniquiló al que tenía el poder de la muerte, es decir, al diablo, y liberó a todos los que por miedo a la muerte pasaban la vida entera como esclavos. 
Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos. para ser sumo sacerdote compasivo y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar así los pecados del pueblo.

INFERIOR A SUS CRIATURAS
Hay expresiones que son tan elocuentes, Señor. "Un poco inferior a los ángeles". Ellos, criaturas puras, creadas por tu amor providente, tenían que mirar hacia abajo para ver a su Creador. Locura de amor. Cómo no reconocer tu bondad y tu amor hacia nuestra naturaleza humana, a lo que recreas con tu humilde presencia encarnada. Oh María, testigo de esta extraordinaria manifestación de amor divino... 
Con cuánta mezquindad acojo esta bondad, Señor; me resisto a la humildad. Mi pecado se resiste, pero tú siempre puedes más, siempre triunfas tú. Sólo se puede amar colocándonos en tu lugar, abajándonos, rebajándonos, situándonos es lugar y en forma humilde. Tú no pierdes la divinidad con la encarnación. Nos muestras el camino de la verdadera autoridad. 
Qué fea es la soberbia cuando te presentas "un poco inferior a los ángeles", Señor.

GLORIFICADO POR SU PASIÓN
"Coronado de gloria y honor", pero a través de tú pasión y muerte feas en verdad, inhumanas, atroces, injustas, crueles..., y por tu divina humildad convertidas en camino de gloria y honor. No es otro, Jesús, el camino de la gloria y el honor verdaderos: el camino del sufrimiento acogido y ofrecido por amor a los demás. La gloria no está en el aplauso, está en la cruz. La gloria está en la pasión. 

PERFECCIONADO POR EL SUFRIMIENTO
Como la mejor de las herramientas, a fuego y golpe. Dejándote hacer a fuego lento. ¿Qué trabajo es perfecto, Señor? El sufrido, el padecido, el amado. ¿Dónde está la humanidad perfecta? Ay Señor, que nos equivocamos con tanta facilidad... El "Tabor" es Tabor porque el "Calvario" fue Calvario. Un adelanto para los amigos. La gloria de la Cruz. ¡Qué escándalo y necedad! Que lo digas, Pablo.

NO SE AVERGÜENZA DE LLAMARNOS HERMANOS
Hermano de Jesús, hermanos por Jesús. Señor, garantizas la verdadera fraternidad y la verdadera religiosidad. Podemos mirar a Dios como Padre, porque tú nos has mirado como hermanos. Está es la novedad. No te avergüenzas de mí, y motivos te doy. Mi hermano Jesús. Porque tú quieres serlo. Amor de hermano. Amoroso hermano mayor. Mi Dios, mi todo y mi hermano, Señor. Tu grandeza en mi horizonte. A mi alcance. Aquí, al lado. Mi hermano.

HIJOS DE UNA MISMA FAMILIA
Nosotros de la tuya, y tu de la nuestra. Dios de mi familia. Dios mío y familiar; con mi misma "carne y sangre". Dios de apellido humano. ¡Qué hermosa descripción de la Iglesia, de mi madre la Iglesia! Familia de Dios. 
Jesús, tu ya sabes los líos y problemas que surgen en las familias. También en la familia de Dios. En este primer día del año te pido por la Iglesia. Que seamos genuinos y entregados, austeros y serviciales, que salgamos a la misión. Que te sigamos, Jesus.

LIBERADOS DEL MIEDO A LA MUERTE
"Por miedo a la muerte vivían como esclavos". Qué verdad de vértigo para quienes seguimos aferrados a la vida temporal y a las cosas que la vida ofrece para el camino, convirtiéndolas en meta y entreteniéndonos con ellas. Esclavos por miedo. Miedo a la libertad. Temerosos de hacer y decir la verdad porque la vida nos puede. Esclavos de la vida y no dueños de ella. Y todo por miedo. 
Ven, Señor, y libérame de esta cadena.

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